Para entender como surge el Protestantismo, es
importante entender el contexto de la época. Hasta la edad media tardía, la
Iglesia había disfrutado de un poder que nadie se atrevía a cuestionar, lo que
le había permitido tomar decisiones y actuar a su antojo. El paso de los siglos
hizo que las autoridades de la Iglesia se fueran volviendo cada vez más
materialistas y corruptas, alejándose de las maneras originales de la Iglesia
en sus primeros tiempos, humilde y cerca del pueblo. Los papas estaban más
concentrados en construir palacios exuberantes y conseguir poder semejante al
de los reyes europeos que en acercar a Dios a la gente. Para financiar estas
obras, vendían puestos de autoridad dentro de la Iglesia y alentaban la venta
de indulgencias. Cualquier tipo de revolución era reprimida con violencia. Sin
embargo, las traducciones de la Biblia a idiomas como el ingles o latín
acercaron el texto sagrado a la gente, que hasta ese entonces solo podía confiar
en las palabras del clero. Esto permitió a la gente contextualizar la situación
de la Iglesia, dejando al descubierto todas sus fallas y abusos, creando una
gran división dentro de los cristianos y una creciente sensación de
inestabilidad y cuestionamiento.
Maftín Lutero |
Wittenberg, Alemania. Un fraile católico agustino,
Martín Lutero, enojado con las maneras
de la Iglesia, comienza a predicar sus creencias de que una reforma debía que
llevarse a cabo. Lutero creía que la salvación se conseguía a través de la fe y
que la única verdad se encontraba en las escrituras, por lo que traduce la
Biblia al alemán. El 31 de octubre de
1517 postula las 95 tesis –Cuestionamiento
al poder y eficacia de las indulgencias-, una carta dirigida a la Iglesia
de Roma desacreditando la doctrina papal sobre las indulgencias, clavándola en
la puerta de la iglesia del palacio local para que todos pudieran verla. En
1521, Lutero es excomulgado y convocado a una asamblea imperial –conocida como
la Dieta de Worms- frente al
emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos V, en la ciudad alemana de
Worms para que se retractase de sus 95 tesis. Pero en vez de retractarse,
Lutero defiende efusivamente sus declaraciones y, mediante el Edicto de Worms, es declarado prófugo y
hereje. Este hecho ‘oficializó’ la ruptura del Luteranismo con la Iglesia
Católica Romana.
Los recientes avances en imprenta permitieron
diseminar rápidamente las ideas de Lutero a la gente, encontrando gran apoyo
principalmente en Alemania, tanto en los príncipes como en la plebe. Los
príncipes veían esto como una oportunidad de debilitar al emperador, mientras
que la plebe vio estas ideas como una manera de liberarse de la opresión,
llevando a la Guerra de los Campesinos Alemanes entre 1524-25. Pero Lutero se
distanció de las pretensiones campesinas, ya que creía que la reforma debía que
ser espiritual y no terrenal.
Una serie de guerras en Alemania entre 1530 y 1555
concluyeron con la Paz de Augsburgo, la cual decretó que cada príncipe alemán
tendría el derecho de determinar la religión de sus súbditos. Para ese
entonces, Suecia y Dinamarca ya habían adoptado el postura Luterana, mientras
que la Iglesia de Inglaterra también había tomado conceptos Luteranos.
El Luteranismo, sin embargo, no fue la única corriente
reformista. Si bien ninguna fue tan importante como ella, vale mencionar al
Calvinismo. Esta corriente derivó de las enseñanzas e ideas del teólogo francés
Juan Calvino (1509-56),quien decía que la salvación estaba predestinada y que
solo aquellos elegidos por Dios iban a ser salvados. Calvino le insistió a las
autoridades católicas que supervisen la vida moral de los miembros de la
iglesia, que como se pudo entender en ese momento, se habían vuelto ostentosas,
abusivas y materiales. Aparecieron iglesias Calvinistas en lugares como
Francia, Escocia o Ginebra. Pese a esto, en Alemania los reformistas se seguían
encontrando con violentas represiones, particularmente una vez que la Iglesia
Católica Romana comenzó con el proceso conocido como la Contra-Reforma.
En pocas palabras, la Reforma Protestante rompió con
el monopolio espiritual de la Iglesia Católica Romana, dividiéndola para
siempre.
Lutero frente al emperador Carlos V, Dieta de Worms. |
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